La crisis no debe ser motivo para relegar la conciliación. Incluso ante un ERE se puede ser empresa familiarmente responsable. La cuestión reside en cómo se lleva a cabo, cómo se comunica, qué puede hacer la empresa ante los despidos. Muchas organizaciones son conscientes de que hay que re-reclutar a quienes se quedan porque su motivación desciende junto a su productividad. Por ello, los planes de conciliación son una buena noticia. Su existencia tranquiliza porque deja ver la sensibilidad y redunda en la idea de que las personas son la parte esencial de la empresa, y que sin ellos difícilmente se podrá satisfacer con bienes y servicios a los clientes.Puedes ver el artículo completo haciendo clic aquíDiversidad y Bienestar Corporativo - Autor: Enrique Arce - Medio Publicado: APD - Octubre 2010