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Marzo 2021

Equipos en remoto: retos, desafíos, pero sobre todo oportunidades

Ser un equipo cohesionado en un entorno virtual, es un reto y presenta varios desafíos. La productividad y la implicación de las personas puede verse reducida. Al estar en espacios distintos, haciendo actividades diferentes y trabajando de forma autónoma, se pueden dar dificultades de coordinación. La falta de coordinación puede ir acompañada de problemas de comunicación o ser la consecuencia de ésta. La escasez de contacto físico y las relaciones virtuales de forma continuada pueden generar la sensación de soledad, distancia y desconexión social. 
 
No obstante, crear equipos virtuales también puede ser una oportunidad. “La distancia social no tiene por qué significar desconexión social” (Brené Brown). Los “momentos humanos” importan más que nunca y bien gestionado, un equipo que trabaja en remoto también puede: 
 
• Trabajar de forma más productiva y mejorar su desempeño.
• Obtener una mayor conciliación, motivación, satisfacción y compromiso con su trabajo y con la empresa.
• Obtener una mayor flexibilidad en la forma de organizarse y trabajar de forma más autónoma.
• Mejorar la atracción y retención del talento.
 
Acciones tan sencillas, como las video llamadas pueden ser una forma fácil de reducir el sentimiento de soledad y aislamiento, las llamadas telefónicas de forma regular mantienen “la llama viva” e incluso se puede producir oxitocina a través de una webcam. 
 
“En un entorno de trabajo virtual las relaciones son como baterías. Se agotan y tienes que recargarlas de forma constante” (Scott Edwards, Science of People CEO). Más allá de las llamadas y video llamadas existen diversas acciones que se pueden realizar para “recargar” las pilas del equipo: 
 
1. Crear un espacio social. El tiempo de socialización que se puede dar de forma natural en la oficina, tomando un café, a la hora de comer, en el ascensor, etc. no ocurre de forma tan espontánea en un entorno virtual. Por lo tanto, hay que crear esos espacios a través de acciones concretas como, por ejemplo, fijar aunque sea una hora a la semana con el equipo, simplemente para “charlar” y ver cómo van las cosas, más allá del trabajo o hacer pausas (tal y como se harían en la oficina) para tomar un café o desayunar con los compañeros. En definitiva, se trata de buscar momentos para conocer al equipo, más allá de lo profesional y saber cómo van sus vidas. En este punto utilizar la cámara en las video llamadas, resulta fundamental para lograr ese contacto “humano” en el mundo virtual. 
 
2. Contar con los líderes adecuados. Existen algunas cualidades de liderazgo que son clave para gestionar equipos en remoto. En un entorno donde las personas no están juntas en un mismo espacio, generar confianza es una buena forma de comenzar a liderar. Para muchos gestores de personas el no ver al equipo puede ser frustrante, pero todo es cuestión de generar una dinámica donde el equipo se siente unido y a gusto a pesar de no poder verse directamente la cara. Otro aspecto fundamental es la comunicación entre líder y equipo. Aspectos como dejar espacio para el diálogo entre el equipo, poder compartir fácilmente la información, ser capaces de debatir, hablar en profundidad, dar y recibir feedback, facilitarán el desarrollo de una comunicación abierta dentro del equipo.
 
3. Impulsar el reconocimiento. Los equipos que trabajan en remoto requieren el mismo o incluso más reconocimiento que los equipos presenciales. En un contexto donde las personas que trabajan a distancia pueden sentirse más aisladas y donde la información no siempre llega de forma directa, poner en valor lo positivo puede incrementar el compromiso y el sentimiento de pertenencia de esas personas. Aquellas empresas que cuentan con una fuerte cultura de reconocimiento tienen una herramienta básica para mantener unido al equipo. El reconocimiento incrementa el sentimiento de inclusión. La gratitud reduce los niveles de estrés: cuando se expresa los niveles de dopamina en el cerebro aumentan y el cortisol, la hormona del estrés disminuye. 
 
4. Comunicar de forma eficaz. Una estrategia de comunicación especifica para los equipos que trabajan en remoto, es una herramienta muy útil para la coordinación del equipo “disperso”. La comunicación interna habitual debe tener en cuenta las nuevas formas de trabajar para que llegue la información a todas las personas. Se debe asegurar que toda la información que reciben los profesionales sea la misma sin importar donde estén trabajando, intentar reducir el aislamiento de las personas y contar lo que está ocurriendo en la empresa. 
 
Trabajar la cohesión en los equipos virtuales incrementa la motivación, la eficiencia y la colaboración. Hagámoslo posible.  
 
 
 
 

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