El mercado de trabajo aún vive de espaldas a la realidad demográfica. A golpe de prejubilación o despido, las empresas dilapidan y destierran un talento, el de los trabajadores sénior, que necesitarán cada vez más a medida que el envejecimiento de la población (uno de cada cuatro españoles tendrá más de 65 años en 2031) comience a complicar el relevo generacional.
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Medio publicado: ABC – Junio 2018